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de a - cu - ll - à
n ocasiones nos despiertan y hacen pensar algunos términos o vocablos comunes cuando organizados particularmente, nos permiten discernir con relativa sabiduría, y lo que hasta hoy, parecía discurrido plenamente, parece pequeño e insignificante.
La realidad es que para el escritor asiduo y el lector habitual, solo es una oportunidad para profundizar lo sabido y experimentado bajo el influjo de una nueva versión. Así en esta émula de ensayo podemos recordar algunos bien repetidos monólogos: plantar, frutos, cosecha, etc.
Hace unos cuarenta años, la Imprenta y Offset Ricaldone, entonces “Editorial Ricaldone”, se movía en el mundo educativo y de comunicación basado en el proceso sencillo de las artes graficas, sirviendo a la comunidad local, con además de su función formadora, propia de una casa educativa, con su modesto, relativamente equipado: taller de Imprenta, el cual transitaba en este universo y especialidad, marcando unos veinte años de caminar, según crónicas¹ de nuestros superiores. Labores mínimas eran la producción de papelería folletos plegables de mesa, pequeños libros, estampas y tarjetearía en general; que a su vez eran materia de aprendizaje práctico, que los alumnos de entonces ejercitaban.
El que apunta, en una mañana de marzo de 1968, (periodo afín, comentado); recibía los primeros rayos de sol, en los patios del Instituto Ricaldone, jamás se le hubiera imaginado en los inicios de la década, que ese día fuera recibido por el padre Director: Carlos Nielsen, en la fresca casi siete de la mañana; curiosamente había caído pequeña lluvia, conatos de invierno, lo cual llevó familiar olor de tierra mojada que se unía al entrar al taller de imprenta, con el olor de los solventes: gasolina, plomo del polvillo de los caracteres desgastados. El mundo del papel y la tinta. El interlocutor se había iniciado en la profesión en enero de 1960, bajo la maestría de don Rubén Díaz Barneònd, en la Tipografía que llevaba su nombre, eran como dicen, apenitas ocho añitos de experiencia, pero suficientes para lanzarse a una etapa mas importante.
Podría decirse hoy, que la Imprenta Ricaldone, entonces, incursionaba en la manufactura acompañada de nuevos amigos: Clásicos Roxsil, el Arzobispado de San Salvador, Así es mi Tierra, NCR Corporation, Medios y Sistemas (MAYSSA), Diócesis de San Vicente, y Sonsonate, Servigraf, Librería Salesiana; quienes poco a poco nos demandaban mas servicio, pues el desarrollo cobraba renovado auge en todos los campos que nos vinculaban. |
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